miércoles, 14 de octubre de 2009

"LOS DOCUMENTALES DE LA 2"


Siempre que veo un documental sobre tribus aisladas de la civilización, las pocas que quedan ya, si es que queda alguna intacta... siento cierta tristeza.

Lo primero que suelo pensar es en la mala suerte que tienen estas personas de que hayamos llegado hasta ellos. Esta claro que hay un antes y un después de ese momento, y que lo que les llevamos es seguro peor que lo que ya tenían.
Por otro lado, no puedo evitar pensar en Dios. Siempre se nos ha dicho que el hombre supone un salto cualitativo en la escala de la evolución animal, y sin embargo, cuando veo tribus como ésta perdida en el Amazonas, no veo que nos diferenciemos tanto de los animales.
Podemos por un momento pensar otra vez en nuestra civilización, donde hay edificios altísimos que por cierto yo no sé construir, ordenadores y tecnólogía que yo nunca podría fabricar, medios de transporte que nos hacen la vida más cómoda y cuyo funcionamiento yo desconozco, teorías y razonamientos sobre muchas disciplinas que a mi jamás se me habrían ocurrido..., decididamente si tras un accidente de avión cayéramos en una isla desierta, este baño de civilización que llevamos todos en la cara desaparecería, y daría paso a una realidad más parecida a la de la foto.
¿Y si no somos tan inteligentes e importantes como nos creemos? ¿Y si ese salto evolutivo no es tan grande?
Si nos quitamos el traje de la civilización ¿Qué nos queda?.
A mi modo de ver, lo que nos diferencia de los animales es "nuestra capacidad de compromiso". Hoy y ahora, somos capaces de tomar una decisión que compromete nuestro futuro desconociendo el alcance y los efectos que tendrá en nuestra vida. La manera en como hagamos frente a dichos compromisos, nos harán mas o menos personas, más o menos animales.